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Desarrollo normativo del Lenguaje 0-6 años


El lenguaje es una de las conductas primarias que separa a los humanos de las especies animales. Es una habilidad de gran significación de éxito en la escuela, y un instrumento fundamental para las relaciones sociales y, por tanto, para el desarrollo social y afectivo.

Además de contribuir al desarrollo de la inteligencia y de facilitar la comprensión y la resolución de problemas, ayuda a entender nuestras emociones y las de los que nos rodean: es la expresión en su máximo esplendor del pensamiento.

Algunos autores afirman que existe una especie de procesador del lenguaje innato, que vendría dado por la evolución y sentaría las bases de la percepción del lenguaje.

Cada niño es distinto, y tiene un ritmo diferente de evolución por lo que no todos comienzan a emitir sus primeras palabras al mismo tiempo.

Es inevitable para los papás y mamás, comparar al niño en estas etapas con sus compañeros de guardería, sus amiguitos o sus hermanos mayores o primos… pero, ¡no hay por qué preocuparse! Démosle tiempo para que “rompa” a hablar.

Por supuesto, estamos hablando de niños que siguen un desarrollo evolutivo normal, y no han sufrido ningún daño neurológico, otitis de repetición en plena adquisición del lenguaje, etc., que puedan causar esa desviación del lenguaje.

Así pues, todo niño tiene su ritmo particular, pero nosotros podemos ayudarles en ese desarrollo y estimular con él su lenguaje. ¡Cualquier momento del día es un buen momento! La hora del baño, mientras paseamos por la calle, vemos la tele, hacemos la comida…

En nuestra entrada anterior “¿Qué es la estimulación temprana?”, podéis encontrar una serie de actividades de ejemplo acerca de cómo podemos estimular el lenguaje.

Para comprender mejor el proceso de adquisición del lenguaje hay que diferenciar dos grandes etapas:

  • La etapa prelingüística (0 a 12 meses): previa al lenguaje o en ausencia del lenguaje. En esta etapa, las conductas realizadas por el bebé en los primeros meses de vida no tienen intencionalidad comunicativa, hasta al menos los 6 meses.

  • Expresiones faciales: sonrisa (2-3 meses), rabia (3-4 meses), sorpresa (3-4 meses), tristeza (3-4 meses).

  • El balbuceo, los arrullos, comienzan alrededor del tercer mes.

  • Sobre el quinto y sexto mes, el niño comienza a imitar sonidos, sobre todo los que el mismo produce. Es una etapa muy bonita, ya que es en la que el niño comienza a probar su entonación y su volumen y no para de emitir sonidos y modular su voz. Más tarde empieza a repetir sonidos que el adulto u otro niño producen.

  • La etapa lingüística. Aproximadamente cerca del año de edad, el niño integra el “contenido” (idea o significado) y la “forma” (palabra) a un objeto o persona determinada. El lenguaje propiamente dicho se desarrolla alrededor de los 18 meses de edad, que es el momento en el que el niño ha alcanzado la madurez neuronal necesaria de las zonas que intervienen en el lenguaje.

  • 12-16 meses: produce 5 palabras nuevas al día

  • 18 meses: explosión del vocabulario (se triplica la cantidad de palabras). Conoce 30-50 palabras. Comienza a unir palabras en oraciones, que normalmente, carecen de sentido (habla telegráfica), por ejemplo: “pelota salto” o “libro mamá”. Aunque son breves suelen tener un significado, por ejemplo de posesión “el libro de mamá” o “el libro que mamá lee por las noches”.

  • 2 años: ya conoce unas 180 palabras y es capaz de construir básicamente, la estructura del discurso.

  • 2 años y medio: comienza a adquirir una conciencia semántica y ya sabe que las palabras tienen significados precisos que le permiten expresar ideas.

  • 3 años: su vocabulario es de aproximadamente 900-1.200 palabras (González, 2006).

En el siguiente archivo, hemos recogido los principales hitos del lenguaje más detalladamente, según las etapas anteriormente descritas.

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